Mientras sigo con el Seat 124 de rally he decidido distraerme con otro proyecto ‘sencillo’. Me he hecho con un 124 de Salvat y, siendo uno de mis clásicos populares favoritos, pensé recrear el coche que tuvimos en casa cuando éramos pequeños. Tengo que decir que este proyecto se gestionó ya hace la tira de años pero ha ido evolucionando con el tiempo hasta el punto de tomar otros derroteros y acabar haciendo un 124 de competición básicamente de scratch (tomando un Datsun 510 como base…).
En fin, me hace mucha ilusión recrear un coche del que guardo muy buenos recuerdos.
De momento, me he encargado del exterior, dándole varias capas de pintura + barniz, cromados con bare-metal foil (trabajo engorroso). Todavía me falta ponerle las rejillas de aireación posteriores y pintar las manillas de las puertas.
Ahora, me surge una pregunta: ¿recomendaríais darle una última capa de barniz después del bare-metal? ¿O sería eso tentar la suerte y cometer una pifia?
Saludos,
Abel








