
Meses más tarde, con la astucia que les caracteriza, debieron pensar: ¿Y si aprovechando esta maqueta sacamos la exitosa versión de rallys? En efecto eso fue lo que hicieron en su referencia 24027 sin necesidad de que la cabeza les echase excesivo humo: Cambiaron las llantas y añadieron una matriz más con el cuerpo del copiloto, dos cascos, los faros cuneteros y unas barras antivuelco.

Tal y como dicen las instrucciones “El modelo representa el Renault que ganó el Rally de Montecarlo de 1981 pilotado por J. Ragnotti…”
Pues bien, esa versión es la que haremos, aunque sabiendo que la base es la maqueta de calle, raro será que no haya que cambiar algo que Tamiya no haya tenido en cuenta en su sencillo planteamiento para comercializar la versión de rally.
El primer paso a la hora de hacer una maqueta no viene explicado en las instrucciones: Estudiarse la maqueta.
Las instrucciones vienen muy sencillas, y si obviamos los dos primeros pasos de las instrucciones que explican cómo poner el motorcito, las luces y las pilas, la maqueta se hace en 10 pasos. La maqueta trae la carrocería, el chasis, una matriz con cuatro llantas en color aluminio, una matriz con las piezas del interior, la matriz que se añadió a esta referencia, la matriz de piezas transparentes, un blister con neumáticos y juntitas de vinilo, una hoja de calcas y para de contar.

El segundo paso a seguir es muy importante y tampoco viene explicado en ningún sitio: Documentarse.
Hoy día, con esto de Internet lo tenemos muy fácil. Ponemos en nuestro buscador habitual Renault 5 Turbo Rally, y nos aparecen un montón de imágenes de la época del coche corriendo en diversos rallys. A nosotros lo que nos interesará siempre será quedarnos con las del Montecarlo, aunque podamos ver ciertos detalles que nos puedan interesar en otros coches distintos. Nos ponemos a observarlas, a disfrutarlas, a estudiarlas, a compararlas con nuestras calcas, piezas, etcétera, para saber si el material del que disponemos es correcto.
Ya a simple vista se empiezan a ver diferencias entre la maqueta y el coche real:




Lo primero que vemos es que en nuestras hojas de calcas no vienen las de PARIS del techo. La matrícula que Tamiya propone es la 2181 VB91, y yo por ahí lo que veo es un 4 y un 0. En la puerta parece que hay una bandera de Francia con los nombres del piloto y el copiloto, y en mi hoja de calcas no veo nada de eso.
Bueno, mientras lo que haya que hacer sean sólo calcas, pues haremos lo posible por estudiar el coche entero y fabricárselas.
Ahora veamos las piezas: El espejo que Tamiya pretende que le pongamos al coche es uno cuadrado del tamaño del de uno para cuarto de baño, sin embargo, en la foto se ve que lleva dos y ovalados. Nuestra carrocería trae un parachoques delantero superespectacular mientras que el de verdad no lo es tanto. Lo cierto es que con el que trae la maqueta, el coche corrió en los sucesivos rallys, pero no en Montecarlo.

Bueno, lo que hay que hacer en estos casos es contar hasta 10 antes de tirar la maqueta y ponerse manos a la obra. Hay que intentar imaginársela terminada y replantearse el proceso de montaje para llegar al objetivo deseado. Lo primero que debemos hacer antes de empezar a pintar la carrocería es dejarla lo más parecida posible al coche de verdad. Para ello hay que armarse de paciencia y quitar las rebabas del molde, y todo lo que le sobra como el spoiler delantero y la pieza que recibe el espejo de calle.
Lo primero que he hecho ha sido tapar con Evergreen los huecos que los faros llevan para las luces, no sea que después se llegue a ver algo raro a través de los faros (cosa que sospecho que sucedería porque se ve en la misma foto de las instrucciones):

Con tenazas, cuchilla, lijas (las mejores para estos menesteres son las de la marca DIO-o-rama), paciencia y buenos alimentos, empezamos a quitar plástico. Tenemos que tener cuidado de no pasarnos y de no estrellarla contra la pared con el cabreo. Si nos pasamos siempre habrá un poco de Evergreen o de masilla que lo solucione.


Todo esto tiene su recompensa cuando terminamos y vemos que ya hemos avanzado el primer pasito para conseguir que nuestra maqueta se parezca al coche de verdad.


Aprovechamos y le abrimos un taladro para un espejo en la otra puerta y marcar con un scriber tanto las puertas como los encuentros de la carrocería con los parachoques, que no vienen marcados y ya tenemos listo el coche para pintar.
