hoellemeister escribió:Todavía no he montado ninguna moto, así que me resulta complicado valorarla. Entiendo que siendo la primera que haces, es lógico que tenga sus fallos por aquí y por allá.
De todas formas dices: "... disfruté como un enano con esta mi primera maqueta...". Y creo que eso es lo fundamental. Ya verás como ese Carrera GT queda mejor.
Ya me gustaría a mi terminar una maqueta en 1 mes.
Lo de terminar la maqueta en un mes tiene su historia. Si me permitis os cuento:
A fianles de 2008 yo tenia una pequeña empresa junto con un socio, eramos amigos de la universidad.
Yo lo dejé todo por aquel proyecto. La ilusión por tener mi propia empresa me cegó y no me di cuenta de lo que realmente estaba ocurriendo, y de la jugarreta que me iban a hacer.
Para resumir diré que me estafaron, perdí mucho dinero, y me quedé en la p... calle sin nada. Ni prestación por desempleo, ni posibilidades a corto plazo de encontrar otro trabajo. Además del duro golpe. Emocionalmente estaba destrozado, perdido y sin rumbo.
En aquella situación no quedaba más remedio que coger el toro por los cuernos. Cada día me pateaba la ciudad en busca de una oportunidad, y estaba dispuesto a cualquier cosa.
Todavia recuerdo cuando incluso llegué a dejar el curriculum en el zoo de Madrid para limpiar jaulas aunque fuese.
Volver a casa con un saco lleno de desilusiones, de "ya te llamaremos", de "ahora mismo la cosa esta parada", de "no es el perfil que buscamos", era un infierno. Las cuatro paredes de mi casa se me echaban encima, y no habia noche en la que no tuviese que secar unas lágrimas.
Un soleado día de enero, volvía a casa por la calle Atocha, rumbo a casa. Serian casi las 2 de la tarde. Algo llamó mi atención. Era el escaparate de la jugueteria Sarasús. Habia cajas de Tamiya y Revell con varios coches, motos y tanques, coches de R/C, slot....
Me quedé hipnotizado, y a mi mente llegaron recuerdos de 18 años atrás, cuando junto con mi primo montamos una de Tamiya maqueta. Tedriais que verla, nada de pintura, chorretones de pegamento por todas partes, pero cargada de la ilusión de 2 crios.
Me fuí a casa, y al día siguiente volví a la jugueteria. Entré y busqué por las estanterias. No sabia que hacer, mi situación económica no era la ideal para ese desembolso, por mínimo que fuese. Pero hice la locura. El art box de la Yamaha M1 50 aniversario me atrapó. Me parecia una de las motos más hermosas que habia visto. No habia marcha atrás, cogí la caja y me dirijí a pagarla.
Aquella mañana llegué a casa con la maqueta, unos pocos botes de Humbrol y un pincel.
Me senté en el sofá, abri la caja y mis ojos se iluminaron al ver las grapas y la cantidad de piezas que aquello tenia.
Por primera vez en mucho tiempo volvía a sonreir.
Seguia buscando trabajo, y cada tarde/noche de quel febrero de 2009, me ponia a trabajar en aquella maqueta. Poco a poco cogia forma, era ilusionante ver como aquel montón de minúsculas piezas iban formando una preciosa moto.
Cada tarde viajaba a un mundo de piezas y olor a pegamento, que hacia que me olvidase de todo. Las paredes de casa ya no se derrumbaban, y cada vez habia menos lágrimas que secar.
Comenzaba marzo, y la moto estaba casi terminada, todavia no habia trabajo, y me empezaba a arrepentir del desembolso realizado con la maqueta un mes atrás. El poco dinero que tenia se iba acabando. Pero tengo que decir que esta maqueta salvó mi vida, hizo que me olvidase del infierno que estaba viviendo.
No recuerdo bien que día ocurrió, ni la hora. Sonó el telefono, y la voz al otro lado me resultaba familiar. Me ofrecieron trabajar en algo que nunca habia hecho, y sólo para 3 meses. Era una empresa para la que habia hecho prácticas en mi época de universidad, ya me conocian, y en aquel momento confiaron en mi. Como imaginais acepté. Esperanzas, miedo e ilusión se agolpaban en mi mente. Este trabajo me daría un respiro.
El 17 de marzo me incorporé a la empresa para 3 días de formación. Comencé el trabajo con muchas dudas e incognitas, pero dejandome la piel cada minuto.
Más de un año después, sigo en esta empresa. Ahora soy el responsable de 2 centros logisticos, uno en Madrid y otro en Portugal, y trabajo en un sector apasionante. El mundo del automovil. Mi día a día se mueve entre las cadenas de montaje de un gran fabricante de vehículos francés. Para más señas diré que en sus vehículos hay un león rugiente en el morro. En mi empresa nos dedicamos a fabricar parachoques para este y otros muchos fabricantes de vehículos.
Yo soy encargado de logistica y control de calidad en un mundo complejo y muy apasionante. Hay días que me sorprende que me paguen por hacer lo que hago.
A esta moto le guardo un cariño especial. Cada vez que la veo, me recuerda a una época de mi vida que jamás olvidaré. Esta moto salvó mi vida, hizo que me olvidase de la tristeza, me alejó de la depresión y en más de una ocasión me sacó una sonrisa. Le debo mucho.
Es la primera de muchas que espero hacer, y siempre tendrá un sitio especial en mi vitrina. Emocionalmente le debo mucho a este apasionante hobby.
Saludos.