Sin comerlo ni beberlo y como antiguo productor de ScaleColors me han propuesto que pruebe una nueva marca de pinturas para vehículos civiles que van a salir al mercado muy próximamente.
Como soy de naturaleza tocahuevos no podía hacerlo de cualquier forma, así que no solo he comprobado el funcionamiento de la pintura sino su fidelidad con respecto al color. Total, que he querido comparar el Rosso Corsa de Ferrari de esta nueva marca y el que tenía ScaleColors.
El frasco es de 30 ml de cristal incoloro. Abrimos el tapón y comprobamos que eso que dicen de que los olores evocan muy fácilmente los recuerdos es totalmente cierto. La pintura es claramente bicapa de automoción al disolvente, del mismo tipo que era ScaleColors. Viene un poco menos diluida de lo que solía ser ScaleColors pero el fabricante deja un poco de espacio sin llenar en el frasco para añadir diluyente si se desea y ajustar la disolución.
Debajo del tapón nos encontramos con un dosificador. Está de escándalo para trabajar con jeringuillas o un gotero, y si sois tan manazas como yo y cada dos por tres volcais un bote de pintura en la mesa ayuda a que no se tire toda la pintura, solo unas gotas.




Preparamos un trozo de plástico con imprimación y vamos allá.


Qué gustazo volver a usar esta pintura. La cubrición es excelente. El secado es casi instantáneo, permitiendo ir y volver sobre la superficie aplicando 2-3 manos y cubriendo por completo con total comodidad y rapidez.
En pocos minutos la pintura ha matizado y está prácticamente seca. Intento arrastrarla con el dedo y no se mueve de su sitio. Vamos a compararla con el Rosso Corsa de ScaleColors:




Podría haber variado un poco y lo habríamos achacado a la antigüedad del bote de ScaleColors que yo conservo, a la diferente disolución de ambas pinturas o a cualquier otra cosa que nos hubiéramos querido inventar, pero es que el color es exacto.
Todo aquel que eche de menos ScaleColors está de enhorabuena. En mí tienen un cliente.